22 de febrero de 2010

Poema - A mi amiga

Saludos.

Vaya.... ya casi 2 años desde que dejé el blog, pero me agrada ver que sigue con vida.

Que puedo decir.... han pasado muchas cosas en estos 2 años. Tantas que me tomará una entrada completa resumirlas. Lo que si puedo decir es que, nuevamente, veo la vida con otros ojos.

Es curioso el como existen tantas y tan diversas historias en el mundo entero. Nadie vive lo mismo ni siente lo mismo, lo que para unos parece irracional e incomprensible, para otros es lo más lógico y natural, lo que es correcto, lo que es necesario para poder cumplir sus sueños y metas.

¿Por qué digo esto? Porque estando en donde me encuentro ahora, volteo hacia atrás y reflexiono sobre mi forma de pensar, sentir y ver el mundo hace un tiempo, y noto como han cambiado ciertas ideologías mías ahora.

Sigo pensando en lo maravilloso que es el amor, en lo espléndida que es la amistad y sigo creyendo firmemente que en este mundo necesitamos más gente dispuesta a dejar a un lado el egoísmo para empezar a confiar más y dar más de sí mismos. Pero lamentablemente he caído en el error de empezar a ser un mentiroso, cosa que ya he pasado afortunadamente y espero nunca más volver a repetir.

Bueno.... dejemos las reflexiones para otra ocasión. En esta ocasión les traigo un nuevo poema, dedicado a aquella persona que quiero con toda mi alma. A mi mejor amiga, a mi hermana, a la persona que más quiero.

Para tí, es este poema. Espero que te agrade.

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A ti, que llegaste a mi vida

De manera inesperada

Y que me hizo recordar

El valor de una amistad


A ti, que me mostraste de nuevo

Que la alegría y la bondad

Existe todavía en el corazón

De los que están dispuestos

A pelear por sus sueños,

Por una vida mejor,

Por un futuro más brillante.


A ti, que me has brindado

Una sonrisa sincera,

Un cálido abrazo,

Palabras de aliento y apoyo

Cuando más lo he necesitado,

Paciencia para escucharme

Aun cuando sean palabras sin sentido

O anécdotas que repito día con día.


A ti, que a pesar de todo

Hemos logrado superar varios obstáculos,

Hemos logrado seguir adelante,

Hemos logrado mantener nuestra amistad

Sin dejar que cosas superficiales y vanales

Logren quebrar ese lazo que nadie ni nada podrá deshacer.


A ti, que me ha regalado eso y mucho más

Le dedico estas palabras

Esperando que te logren reconfortar

O al menos expresar una ligera sonrisa en tu rostro.


Porque desde el día en que te conocí

Has alegrado cada uno de mis días

Y no hay momento en que no agradezca

El haber cruzado mi camino con el tuyo.


Y aunque no lo parezca

O tú no lo creas

El brindarme tu cariño, tu apoyo, tu preocupación

Es el mejor regalo que me puedes dar

Incluso una pequeña sonrisa tuya

Es capaz de levantarme con fuerzas renovadas.


A ti, mi amiga querida

Te dedico estas palabras sinceras

Para que tengas en mente, en todo momento

Que tendrás a un amigo fiel a tu lado

Dispuesto a dar su mejor esfuerzo

Hasta el final de sus días.

4 de mayo de 2008

Hope - Entrada 5

Capítulo 1 - Un nuevo comienzo.

- Hoy hace un buen día. ¿No crees?

Mientras el sol de la tarde empezaba a calentar el frío ambiente que desde la mañana emanaba en toda la ciudad, Alan caminaba por las calles del centro acompañado. Habían pasado ya unos meses desde que pasó los exámenes de admisión y actualmente se encontraba preparando todo para su ingreso a la universidad, pero antes de eso había algunas personas con las cuales necesitaba platicar, Xochitl era una de ellas.

- Si. Ya era hora de que empezara el calor. Brrr... y con el frío que hacía en la mañana.
- Pero aunque haga mucho frío, tu nunca traes mas que un suéter para esos casos.
- Pero por lo menos yo me lo quito cuando empieza a hacer calor, no como tu que lo tienes puesto a todas horas aunque estés sudando a cántaros.
- Es que.... me da flojera cargar el suéter, y prefiero tenerlo puesto a andarlo cargando en mi brazo o en mi cintura.
- jeje..... desde que te conozco eres así de "raro".
- Y a mucha honra.

Xochitl era una vieja amiga de Alan. La conocío hace 9 años por medio de una amiga por correspondencia que también residía en su misma ciudad. Al principio no se hablaron mucho, pero poco a poco la amistad empezó a crecer entre ellos dos y a pesar de que Xochitl se fue a estudiar a una universidad fuera de su estado, siguieron manteniendo el contacto. Alan ve en Xochitl una gran amiga a la cual le puede confiar cualquier asunto sobre su vida, y de la cual sabrá que siempre tendrá su apoyo, sin importar que.

Le había avisado sobre su decisión de irse a una universidad fuera al igual que ella, aunque no sería tan lejos y en un ambiente más rural que urbano, así que aprovecharon el hecho de que Xochitl iba a regresar a la ciudad por las vacaciones para poder charlar con Alan. El poco tiempo que Xochitl podía regresar Alan lo aprovechaba para hacerle visitas y platicar de lo ocurrido.

- Así que finalmente vas a empezar la universidad. ¡Ya era hora! - Xochitl era un poco mayor que Alan.
- Ya me estaba tardando en empezar, ¿No?. Y mira que pensaba irme más lejos, pero al final mis padres me han convencido para entrar en esta universidad.
- Es buena universidad, pero he oído que es una de las más difíciles. Pero con lo listo que eres estoy segura que podrás con ella.
- Gracias. - Una pequeña muesca de alegría se dibujó en su rostro, el cumplido era acertado, pero Alan aun no lo creía por completo.
- ¿Eh? No hagas esa cara, es la verdad. - Dijo inmediatamente su amiga al notar la pequeña muesca. - Tu siempre has sido una persona lista, sólo que eres algo flojo. Prométeme que en esta nueva etapa de tu vida vas a dar todo de ti, ¿De acuerdo?.
- Si.... de acuerdo.

Durante el pequeño paseo que dieron, no hubo nada fuera de lo común: Los niños pequeños acompañados de sus padres corrían alegremente, los coloridos globos adornaban el paseo ya sea por los mismos globeros que vendían su producto o por distintas personas que los cargaban, al fondo se podía escuchar el caminar del resto de transeuntes combinado con los sonidos de pequeñas aves revoloteando entre los árboles, de uno que otro cláxon de un automóvil que pasaba por los alrededores o de los distintos sonidos de instrumentos siendo tocados por aquellos que buscaban de una forma u otra ganar algo de dinero, adornando el paisaje con su música. Un día normal.

- Ah, ahora que me acuerdo, toma. - De su pequeño morral, Xochitl sacó una camiseta de manga larga bien doblada. - Ya era hora de que te la devolviera. -

Alan la sostuvo y se quedó mirando aquella prenda de vestir. Empezó a recordar.

"Y pensar que hubo una época en que me empezó a gustar"

Los ojos de mi princesa.

Hace un par de meses un amigo me prestó un libro titulado "Los ojos de mi princesa", escrito por Carlos Cuauhtémoc Sánchez, escritor mexicano. Había visto que mis padres leían títulos similares como son "Juventud en Éxtasis" que nunca me dio una curiosidad atroz por leer, pero mi amigo me aseguró que en estos momentos el libro "se ajustaba a ciertas situaciones actuales".

Y realmente le agradezco que me haya prestado este libro. Tiene mucho tiempo que una historia no me hacía meterme de lleno en ella al punto de empezar a creer que era el mismo protagonista del mismo y sentir todas las emociones que sentía. De hecho, al ir leyendo las partes finales me conmovió a tales niveles que cuando leí el final no podía digerirlo del todo en mi cabeza. Y más que nada por el hecho de que este libro es algo parecido que estoy intentando crear con mi historia "Hope".

La historia a grandes rasgos nos cuenta la historia de José Carlos, un joven estudiante mexicano de secundaria, el cual conoce a la chica de su sueños, a la cual se refiere siempre como "Sheccid" debido a una historia sobre un joven encarcelado que conoce a una princesa del mismo nombre que lo salva de su encierro y desde ese momento el joven encarcelado decide superarse a sí mismo. José Carlos está seguro que "su Sheccid" es la mujer de sus sueños y a raíz de conocerla decide mejorar como persona y tratar de conquistarla, siendo su primer amor de la juventud. Como varios comentarios y críticas indican, es un libro que cuenta lo que José Carlos tiene que pasar a raíz de tratar de conquistar a su primer amor, lo cual lo lleva a madurar y a empezar a florecer su verdadera vocación. Paralelamente cuentan problemas del México de ese entonces como son: La pornografía infantil, la drogadicción, los cultos y otros problemas de la juventud mexicana.

Lo que me ha hecho dedicarle una entrada a este libro es precisamente lo que mencioné antes: Tenía tiempo que un libro no me atrapaba tanto y me hacía hundirme en sus páginas con tal afán que tuve que terminarlo de leer una madrugada a pesar de mi cansancio por el simple hecho de no poder dejar de leerlo. También me conmovió a tales puntos que mis sentimientos salieron a flote. El final para mi gusto es muy bueno y aunque te deja con una sensación agridulce era el mejor final que podía tener, y para el personaje de José Carlos tiene todo mi respeto por haber creado su historia final tan bien y con lo ocurrido durante todo el libro.

Este libro me ha hecho pensar mucho en que hay ciertos aspectos con los que me siento identificado, pero en la historia se habla del primer amor de un adolescente. Aun así, es un libro que le recomiendo a todos aquellos que quieran leer una buena historia de amor con otros pequeños toques, les servirá de mucho. Dejo una de las partes del libro que más me gustaron. Según en el libro es copia de un libro de Ema Godoy, pero no he tenido la curiosidad de momento de investigar de que libro se trata:

El amor sólo se da en hombre y mujeres mentalmente maduros.
Es un temple de ánimo que requiere una personalidad muy sólida, muy consciente, muy responsable.
Así que ni aún muchas personas mayores suelen experimentarlo, pues no basta tener edad cronológica suficiente, hay que tener edad mental completa.
No te fíes por lo tanto de un sentimiento que parece amor, pero que tan solo es su caricatura, y que se te marchitará cualquier día de estos. En la adolescencia todos hemos creído estar enamorados, pero han sido sólo espejismos.
Para saber amar es necesario que aprendas a hacerlo tú mismo, en tu interior, en tus sentimientos. Imagina siempre que llevas el amor como un perfume para la persona que será tuya, para la persona que esperas...
No frustres tu anhelo de amor con amoríos. Nada tan enemigo del amor como los "amores". El corazón se malgasta, se desperdicia, se pudre. No eches a perder tu corazón si es que quieres llegar a ser feliz algún día por amor.
Hazlo madurar en tu interior, esperando sólo a una persona. Reflexiona, se responsable, razona y siente; siente la verdadera esencia de lo que es, para que mañana sea y puedas vivir el significado de ese sentimiento maravilloso.
Brennus Shamira

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Para finalizar, a los que tal vez no se hayan dado cuenta, tengo cuenta de correo electrónica que también uso como mensajero de MSN. No entro muy seguido pero si me mandan un correo y desean agregarme, con gusto empezaré a conectarme, no tengo a muchas personas en él. Igualmente si desean dejar algún comentario o cualquier cosa que quieran, son bienvenidos sus correos electrónicos. Yo reviso diario mi correo. Está en mi perfil.

brennus.shamira@gmail.com

23 de abril de 2008

Hope - Entrada 4

Y con esas palabras, se decidió el lugar donde estudiaría Alan.

De regreso en su ciudad natal, empezaron los preparativos para su admisión en la Universidad del Monte Verde: Lo primero era presentar el exámen de admisión; una vez que lo pasara, lo siguiente sería ir buscando una residencia dentro de la Villa de Estudiantes, empezar a familiarizarse con el ambiente del lugar, conocer los alrededores y planear lo que se llevaría consigo para aquel lugar.

Al principio Alan estaba muy renuente a la idea de irse a una "Universidad de pueblo", pensaba que una universidad de ese tipo no tendría un buen nivel y que prácticamente le habían sugerido aquel lugar sólamente por el hecho de estar cerca de su ciudad natal, no iba a cambiar de estado. Pero al final resultó ser un lugar muy agradable y con un gran nivel académico. Pero sobretodo, le agradó el ambiente que se respiraba en el lugar: Un ambiente tranquilo y rústico que, como había dicho antes, pareciera que había viajado a través del tiempo, encontrándose lo antiguo con lo moderno.

De regreso, ya en su casa, observó nuevamente las diferentes imágenes que recorrían su vida. Desde la primaria hasta la preparatoria, pasando por todas las amistades que había conocido. Hasta la fecha eran pocas las personas a las que realmente podía llamar como "amigos".

- Al fin le diré adios a los viejos días.... -

Los nuevos días, estaban por comenzar.......

16 de abril de 2008

Hope - Entrada 3

Quiero agradecer a quienes siguen la historia. Gracias por sus ánimos a que continúe tanto esta como todo lo que voy escribiendo. Seguiré con la historia.

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Finalmente pararon en el centro del pequeño poblado. La imagen de un zócalo bien cuidado con música sonando en el fondo se vislumbraba frente a los ojos de la familia que decidió comer en el restaurant del hotel que ahí se encontraba. El pequeño zócalo estaba completamente rodeado de pequeñas tiendas, locales y la plaza del gobierno. Justo como Alan había dicho para sí mismo antes, el lugar tenía toda la imagen de su ciudad pero años atras. Se imaginaba paseando una tarde de domingo en aquel lugar, disfrutando de la vista mientras desayunaba o hacía sus compras. Era algo que tenía ganas de hacer desde hace muchísimo tiempo.

Durante la comida, la familia platicó acerca de lo bien que se veía el lugar y que no parecía un mal lugar para estar. El padre de Alan hacía especial énfasis en el hecho de que ya había visitado aquel lugar con anterioridad y le explicó lo mucho que había crecido el lugar. Al principio era un pueblo demasiado rural, prácticamente de paso, que empezó a crecer gracias a la universidad que se instaló en una pequeña localidad cerca de ahí, que ahora era conocida como la "Villa de Estudiantes".

Después de la comida se dirigieron directamente para la universidad. El camino era pintoresco y empezaba a notarse la urbanización del lugar, pues para llegar a la Villa de Estudiantes y, por ende, a la universidad, era necesario cruzar el boulevard que llevaba directo de nuevo a la carretera. Los comercios de reparación de autos rondaban por todos lados y el lugar era lo suficientemente ancho para poder observar todo. El trayecto era corto, el poblado se encontraba a escasos 5 minutos en automóvil de la universidad, prácticamente podía uno ir caminando, solo que el tramo era solitario y no era una buena idea irse por las noches por aquel sendero oscuro y sin luz.

Al llegar a la universidad la primera impresión fue buena. Un lugar grande con buenas instalaciones y areas verdes. Construido sobre un buen terreno, el lugar era grande, no tanto como otras universidades pero si lo suficiente para decir que podía albergar a varios estudiantes.

- No creí que este lugar fuera tan.... genial. - Dijo Alan para sí mismo en voz alta.
- ¿Entonces, te está convenciendo el lugar? - Le preguntó su padre.
- Desde que llegamos me he estado fijando en todos los aspectos del lugar. Y el plan de estudios no es malo, es mas, me gusta. -
- Me parece perfecto. -

Siguieron recorriendo por un rato el lugar. La biblioteca del lugar era enorme y la sala de lectura muy bien equipada e iluminada, algo que no había visto antes en sus anteriores escuelas. Esta vez estaba decidido a estudiar bien y superar todo lo que había pasado antes.

Finalmente, fueron a ver la Villa de Estudiantes. Anteriormente era una pequeña comunidad rural donde habitaban pocas personas, pero desde la llegada de la universidad fue empezando a poblarse mayoritariamente de los estudiantes y de ahí empezó a crecer y conocerse como la "Villa de Estudiantes". Prácticamente se encontraban puros dormitorios, cuartos compartidos y casas para los estudiantes junto con pequeños negocios de comida, tiendas y curiosidades más para los estudiantes. Era un lugar muy pequeño.

Después de recorrer todo el lugar, y antes de partir de regreso a casa, comentaron entre todos sobre como lucía el lugar y que le parecía en sí a Alan, que era la persona cuya decisión era la que más peso tenía.

Alan simplemente dijo con una mueca de alegría en su rostro:

- Me han convencido, entraré en la Universidad del Monte Verde. -

Poema - Cielo Nocturno

Bueno, aquí otro poema. Este fue escrito durante una noche estrellada que estaba sentado en un cuarto de mi antigua universidad, en oscuridad e iluminado por el cálido brillo de las estrellas nocturnas. Pensaba en una chava que me había empezado a gustar, pero eso fue una historia muy corta.

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Cada noche me detengo a observar

El cielo nocturno que posa sobre mis ojos

Y contemplo las brillantes estrellas nocturnas,

Aquellas estrellas que me hacen recordar

Tu belleza y sonrisa sin igual.

¿No son acaso hermosas?

Cada una tiene un brillo especial,

Resplandecen ante un fondo frío y oscuro,

Pensar que a la vista son diminutas

Cuando en realidad son astros gigantescos

Capaces de dar luz a otros mundos.

Me has cautivado, no lo voy a negar.

¿Pero quién no caería rendido

Ante tal figura celestial,

Con una voz angelical

Y hermosos ojos brillantes?

Cuando miro a las estrellas

Me gusta pensar que el destino existe

E imaginar que estas han querido

Que nuestros caminos se cruzaran.

Tal vez sea el único que cree en todos estos cuentos.

¿Pero acaso el querer no es poder?

¿Acaso las grandes cosas de la vida

No empiezan por simples detalles vanos?

Cada palabra expresa una emoción

Cada letra una esperanza

Estas son mis palabras de aliento

Para un corazón enamorado

Inundado en el mar del amor

Camino al Destino - Parte 3

Con esto termino la historia de "Camino al Destino" que ya he recordado al fin como nació.

Hace unos 3 años aproximadamente, en un foro en el que era muy activo llamado Hellsoft (Acaba de renacer) hicieron una vez un concurso de escritos. En ese entonces empezaba mis primeros pasos en esto de escribir y decidí entrar en dos categorías: Descripción escénica y cuento. La historia de "Camino al Destino" la hice como historia de Descripción Escénica. No recuerdo en que posición quedé sinceramente.

Bueno, espero que les guste, el final es algo muy trillado, pero espero que les agrade.

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"Camino Al Destino - Parte 3"

El estruendo crecía lentamente, hasta que lo pude oír claramente, ¡Habían disparado directamente hacia la pequeña iglesia! Un golpe certero la destruiría sin duda alguna, en lo único que pensaba era en dos cosas: Moriríamos a causa del impacto, el cual sobrepasaría el suelo, penetrando hasta donde nos localizábamos y destruyendo absolutamente todo, o simplemente sobreviviríamos al impacto, pero nos sería imposible salir de entre los escombros que taparían la salida, muriendo de hambre.

El certero golpe fue tan fuerte, que parecía un gran terremoto el que nos sacudía, y el sonido fue tan estridente, que se podría decir que una bomba atómica chocó contra nosotros ¿Acaso fuimos golpeados por alguna clase de proyectil desconocido? ¿Con qué clase de armamento contaba el enemigo, que fue capaz de dejar aquella impactante edificación de ruinas de un solo golpe? Nunca lo sabré.

Terminado el ataque, que duró solamente unos segundos, el muchacho y yo nos reincorporamos.

Habíamos sobrevivido al impacto, pero temía que mi segunda hipótesis se volviera realidad: Quedar atrapados entre los escombros sin ninguna posibilidad de salir.

Ya de pie, el muchacho no perdió tiempo y fue a revisar la única salida, pero ni siquiera intentó de abrirla nuevamente como lo hizo la primera vez, creo que se dio cuenta, al igual que yo, que los escombros impedirían nuestra fuga.

Se sentó en el suelo, se quedó mirando al vació un rato, e inmediatamente llevó las palmas de sus manos a su rostro.

Supuse que, al ver nuestra situación, estaría llorando desconsolado, pensando que no tendríamos salida de esa horrible pesadilla a la que habíamos llegado él y yo.

No sabía que hacer, por un lado, era un muchacho, el no tenía la culpa de ser parte de esta horrible guerra… ningún joven debe ser parte de la guerra…. ¡NADIE DEBE SER PARTE DE UNA GUERRA!. Pero, por otro lado, fue por él que nos encontrábamos en esa horrible y desesperante situación, sin alimentos, sin agua, y sin esperanzas.

Una vez más, me equivoque.

No estaba llorando, sino pensando, y lo pude notar por la expresión pensativa en su rostro, ¡Y yo que creía que estaba llorando!

En un momento, sin decir nada y sin hacer ninguna clase de ruido, se levantó, se acercó a una de las paredes y empezó a analizarlas, justo como había analizado el suelo con anterioridad.

Creí que iba a realizar nuevamente su “conjuro” y abrir una nueva entrada, que nos llevaría a la salida, pero no, empezó a tocar, con los nudillos de su dedo índice y medio, una de las losetas, acto seguido, la empujó, pero no logró nada. Siguió empujando con todas sus fuerzas, todo fue en vano, no se abrió una nueva puerta, ni las paredes se movieron, ni nada.

Al observar esto, creí que había encontrado una loseta suelta, y que tal vez nos llevaría a la salida…. eso, o nos llevaría a nuestra muerte, pero en estas condiciones, no había otro remedio.

Sus esfuerzos fueron en vano, y estaba a punto de darse por vencido y aceptar la muerte. Dejó de aplicar fuerza a la loseta, y dejó caer la mano derecha hacia el suelo, en expresión de rendición.

En ese momento, me coloqué a un lado suyo, le tomé la mano derecha, y con mi mirada, le di todo mi apoyo, y empecé a empujar la loseta.

Al ver mi expresión, una ligera sonrisa se dibujó en el suyo, y volvió a tomar fuerzas, para empujar junto conmigo la loseta. En verdad fue difícil, estaba firmemente pegada a las paredes, pero no tanto como las demás, esta tenía unas pequeñas aberturas difíciles de ver a simple vista. Al final, la loseta cedió, mostrando un nuevo camino.

Fue tanto el esfuerzo que realizamos por moverla, que cuando lo logramos, caímos rendidos al suelo, respirábamos apresuradamente y nuestros corazones latían como bombas de tiempo a punto de explotar. Cerré los ojos por un momento, y recordé nuevamente a mi familia, a mis pequeños hijos, y principalmente…. a mi amada Michelle.

Los volví a abrir, y vi que el muchacho ya se había reincorporado, me miró unos segundos, y extendió su mano hacía mi, en señal de amistad. Naturalmente, yo extendí la mía, y nos dimos un apretón de manos en donde nos transmitimos todo nuestro apoyo, fe y esperanza.

En ese apretón, me ayudó a levantarme del suelo, y entramos al pasillo para seguir el nuevo camino que se había abierto ante nosotros.

Después de una larga caminata, ayudados de una pequeña linterna de bolsillo que, como había dicho desde el principio, guardaba para momentos como ese, llegamos a una pequeña salida, de la cual salían los cálidos y brillantes rayos del sol…. esos rayos solares que tanto me gustaban, y que en ese momento tanto anhelaba ver.

Al salir, lo que vimos ambos nos dejó desconsolados, y pude saberlo de parte del muchacho por la expresión en su rostro, muy parecida a la mía: Ninguna casa quedó de pie, todas estaban completamente en ruinas, la pequeña iglesia, que se divisaba a unos cuantos metros al oeste, quedó destruida. En donde antes se encontraba un hermoso lugar tapizado con hermosos dibujos y decorado exquisitamente, ahora se hallaban piedras y madera destruida, convertida en polvo y recuerdos.

Nos acercamos a los restos, era desolador el panorama, ya no había ruido, ya no había un cielo gris, ya no había… nada.

De entre los escombros, pude recuperar una imagen de la cara de Cristo, que ahora conservo en memoria de aquel joven que salvó mi vida.

Fuimos los únicos sobrevivientes del ataque al pequeño poblado, toda mi tropa fue eliminada en una emboscada de parte del enemigo, que llegó de quien sabe donde, mientras yo revisaba la pequeña colina y la iglesia que escondía a sus espaldas.

El joven que rescate, o que mejor dicho, me rescató aquel fatídico día, nunca lo he vuelto a ver, pues después de revisar todo, y comprobar que no quedó nada en pie, se marchó de aquel lugar, no sin antes despedirse de mi con un caluroso abrazo, y no pude contener mi llanto, pues no solamente habíamos sobrevivido, sino que gracias a él, hoy estoy reunido con mi familia y amigos nuevamente en la civilización.

Sobre la guerra, al fin ha terminado. Después de despedirnos, me encontró un grupo de reconocimiento a la semana, una semana en la cual vagué solo y sin alimento en busca de algún indicio de civilización, siempre al tanto, temiendo por mi vida.

No obstante, hay preguntas que aún circulan en mi mente: ¿Qué fue lo que pasó realmente en aquel lugar? ¿Por qué no encontré a nadie ni nada vivo? ¿Con que tipo de armamento atacaron aquel lugar? Y si era tan poderoso ¿Cómo fue que perdieron la guerra?

Tal vez, y solo tal vez, nunca lo sepa, ni yo, ni nadie

8 de abril de 2008

Cambio.

La vida es un constante cambio. Nada es eterno, nada es estático.

A través de los años, siempre me he visto como alguien muy diferente a los demás. Nunca recibí maltratos a mi físico, no recibí castigos duros ni supe lo que era tener una vida "dura" en las calles. No viví nada de eso.

Por un lado, me ha servido para crecer en un buen ambiente familiar, sin varios problemas de los cuales muchas familias desean salir. En ese sentido tengo que agradecerle a mis padres puesto que han sido ellos los que han luchado por darme esa vida. Pero por otro lado, al no haber vivido todo eso, cuando la vida me presentó el mundo tal y como es realmente, tuve que pasar por muchas malas experiencias para poder endurecerme y no ser alguien tan fantasioso.

Es algo que me ha puesto a pensar últimamente. Toda mi vida me había jurado a mí mismo nunca cambiar porque no quería ser como la mayoría de personas, que sólo se preocupaban por ellos mismos y no tenían en cuenta al resto de personas. Gente que sólo pensaba en ser exitoso para obtener poder, y no para poder ayudar a las personas. Creo que fue eso lo que me hizo decidirme por el camino de la pasividad, de ser un niño tranquilo y libre de problemas, para no dejarme "corromper" por la forma de pensar de estas personas y para poder potenciarme.

Creí que esto sería suficiente para que la vida me premiara después de alguna forma. Pero ahora que volteo atrás, veo que no fue una decisión del todo acertada.

Si, mantengo hasta la fecha esas creencias y realmente me gusta la forma de pensar que tengo. Pero lamentablemente vivimos en un mundo en el cual el que no se defiende, puede dejar pasar muchas cosas. Desde épocas tempranas, por mi forma de ser y por no saber como actuar contra las distintas formas de burlas que las personas aprenden, fui víctima de las burlas de mis compañeros, siendo que no sabía como defenderme, y lo único que podía hacer en esos momentos era llorar en silencio por no saber como actuar ante esas situaciones. Quise ser dependiente y nunca dije nada a mis padres, las personas que en esos momentos pudieron darme todo el apoyo necesario. No confié en ellos y todo eso terminó en una época de la cual tengo más recuerdos amargos que alegres, y casi todos provocados por mi falta de experiencia y por mi renuencia a no querer aprender a defenderme.

Con el paso del tiempo, esto se fue repitiendo en una escala ya un poco menor. Pero igualmente seguía teniendo los ideales de un niño, pensando en que todo se resolvería magicamente y que de repente sacaría una fuerza interna desconocida que me ayudaría en mis problemas. Pero esto no es así, antes de hacer eso hay que ganarse una confianza interna y no dejarse intimidar por una bola de personas que realmente no te entienden. También es parte importante de la vida saber distinguir a los verdaderos amigos de los amigos convenencieros.

No quiero hacer este pensamiento largo. Ya he contado un poco de mi vida antes y siento que estoy repitiendo lo mismo, así que pasemos al punto importante de este asunto.

Toda mi vida creí que manteniendo mi forma de pensar y siguiendo siendo como era la vida me iba a recompensar. También creía que mi "mala fortuna" con las mujeres se debía a que simplemente no tenía la confianza suficiente para declararme, y que al momento que superara esa fase encontraría a alguien que me diera el sí y entonces habría un gran cambio en mi vida.

Pero no ha sido así, ese cambio se ha dado de una manera que no tenía pensada.

Yo realmente no creía que se podría ser una buena persona de otra manera que de la manera que pasé mi vida.

Eso fue hasta que conocí a una mujer.

Cuando la conocí, creí que era una chica como todas las demás pero que tenía los mismos gustos que nosotros. No creí que hubiera pasado por tantas cosas, que hubiera experimentado varias cosas y que aun así fuera una persona que se preocupa por sus amigos, que es buena persona, que es amigable y tan buena amiga; y al mismo teimpo alguien que no se deja mangunear, alguien que tiene su orgullo y que lucha por todo lo que cree, sin importar que o quien se le ponga enfrente.

Realmente me ha hecho darme cuenta de varias cosas, me ha hecho cambiar y madurar. Me he dado cuenta que es bueno tener el espíritu de niño adentro, pero no es bueno ser un niño grande. Hay veces que hay que demostrar que un hombre es lo suficientemente fuerte para proteger a alguien y para no dejarse pisotear tan fácil, y hay veces que tienes que demostrar que realmente harías todo por luchar por lo que crees. No hay que vivir de sueños y fantasías, hay que luchar por lo que uno cree hasta el final. Este es el mundo de los adultos.

Así que, en estos momentos en que me he dado cuenta de todo esto, volteo atras y veo los fallos que he tenido. Me di cuenta que se pude haber sido la misma persona, pero al mismo tiempo pude haber solventado todos mis fallos y no haber sufrido tanto. Todo eso me lo hizo ver una persona, una mujer de la cual estoy eternamente agradecido de haber conocido, y a la cual quisiera que estuviera presente toda mi vida. Porque a ella le debo mucho.

Aunque tal vez nunca leas esto, solo quiero decirte que gracias por lo que me has enseñado y por todo lo que todavía me falta por aprender. He cambiado gracias a tí, y he madurado más.

Mi mayor deseo es que seas feliz.

Brennus Shamira

23 de febrero de 2008

Camino al Destino - Parte 2

"Camino al Destino" Parte 2


Estaba tirado, inconsciente detrás de la mesa del padre, era un muchacho de no más de 18 años. Alto, de tez morena, cabello negro y con corte de hongo, con una complexión envidiable, era musculoso, sin llegar a verse deforme.

Lo tomé por la espalda, lo incorporé en la pared, y traté de reanimarlo, después de algunos intentos, abrió los ojos.

Al verme, me empujó y trató de huir de aquel lugar, le di alcance, lo tomé por los hombros y lo detuve, pero me propinó un fuerte golpe en la cara. Lo resistí, pero en verdad me dolió, como nunca me había dolido un golpe antes.

Le preguntaba que había pasado, que donde se encontraban los demás pueblerinos, pero solamente decía palabras sin sentido, posiblemente me hablaba en su lengua natal.

Traté de tranquilizarlo, y lo revisé cuidadosamente para ver si no presentaba algún tipo de herida, abertura o algo parecido, pero no encontré nada. Me quedo claro que no estaba delirando o enloqueciendo.

No sabía que hacer, como controlarlo, como comunicarme con él, pero entre todas las palabras, reconocí una pequeña frase, no se como la aprendió, pero era tan clara como el agua, y decía:

“Se acercan……….. no hay escape…….. se acercan”

No había duda…. se estaban acercando….. el enemigo se acercaba.

Y en ese preciso instante, un fuerte estruendo se escuchó en las cercanías. No cabía la menor duda…. el ejercito enemigo había llegado.

Mi grupo, mis amigos... mi tropa estaba en esas cercanías, tenía que regresar inmediatamente para reorganizarnos y tratar de escapar. Pero el muchacho impidió que saliera, me sujetó con todas sus fuerzas, y con una expresión de agonía en su rostro, trataba de decirme, al ver su rostro, sus movimientos y sus expresiones, que no saliera y me quedara en aquel lugar.

Su fuerza en verdad era increíble, hasta podría decir que no era humana, y traté de decirle que no podía… no, le dije que no podíamos quedarnos en aquel lugar, si no… moriríamos.

Pero ni siquiera me dejó explicarle, solamente me llevó hacia donde supuse eran los cuartos de los sacerdotes.

Era un pequeño cubículo con diez camas, iluminado por tres linternas de aceite, no había ninguna otra salida más que la pequeña puerta por la que habíamos entrado. Pero el muchacho buscó y buscó debajo de las camas, hasta que en una, se detuvo, observó cuidadosamente, tocó el suelo, y con suma rapidez se levantó e hizo a un lado la cama, pero no había nada, solamente un suelo polvoriento y oscurecido por la falta de limpieza y luz.

El muchacho empezó a analizar el piso, desempolvándolo y tocándolo, me acerqué a él y le dije, como pude, que no había nada, que nos fuéramos de aquel lugar.

Pero ni siquiera me tomó en cuenta, y se limitó a darme un rápido vistazo, diciéndome con la mirada que lo dejara en paz. Y así lo hice, temiendo que fuera capaz de una locura si lo seguía molestando, entonces continuó con lo que estaba haciendo.

Al fin, después de algunos intentos, toco varias veces una parte, y la volvió la tocar unas cuantas veces más; se levantó, cerró los ojos, y empezó nuevamente a decir frases sin sentido para mí.

Lo que vi posteriormente, me sigue dejando con la boca abierta hasta estos días.

Las tres linternas del cuarto poco a poco fueron perdiendo su brillo, y el ambiente empezó a sentirse frío, casi como si estuviéramos en un congelador, luego, el suelo donde se encontraba la cama empezó a desvanecerse lentamente, revelando unas escaleras.

Justo como en cualquier historia fantástica, se reveló un pasadizo secreto, al cual entramos sin vacilar, y volvió a reaparecer justo frente a nuestros ojos, sellando la entrada al pasadizo. Ya en el interior, encontramos otro cuarto exactamente igual al dormitorio, pero este era más pequeño, y contenía solamente tres camas.

El muchacho me explico, por medio de señas, que permaneciéramos ahí sin decir nada. Y así lo hicimos por un largo periodo de tiempo, no se exactamente cuanto. En ese largo y desesperante lapso de tiempo, pudimos escuchar estruendos muy débiles, imaginándome que en las afueras esos débiles sonidos deberían de oírse como enormes truenos cayendo justo enfrente de nosotros.

También pudimos oír como “alguien” arribaba al dormitorio, inspeccionándolo de pies a cabeza. Como había dicho el muchacho, no emití ninguna clase de sonido, supuse que esto era con el objetivo de no ser detectados, y después de algunos minutos, se alejó aquel personaje, aquel “soldado de reconocimiento”.

Esperamos un momento para asegurarnos que no se oyeran pisadas y así descansar los nervios que nos invadían, pero no, lo peor estaba por suceder.

Una vez que no oímos ruido alguno, relajamos los músculos y nos recostamos en las pequeñas camas que se encontraban en el cuarto secreto, y en verdad eran incómodas, pero para alguien como yo, una cama era una cama.

Mi agudo oído pudo captar el estruendo de un cañón recién disparado, y temí lo peor, pensé que…

12 de febrero de 2008

Camino al Destino - Parte 1

Saludos.

Bueno, esta vez les traigo una historia que hice para un concurso, no me acuerdo de que era en estos momentos. Ahora que la he visto de nuevo me ha gustado como la hice, pero no es muy buena literalmente hablando porque tiene varios errores, pero espero disfruten de la historia.

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"Camino al Destino" Parte 1


Caminar en estos campos verdes siempre ha sido placentero para mí; el ver los árboles verdes, grandes y fuertes, el viento soplando suavemente en mi rostro, dando una sensación de frescura indescriptible, los campos verdes iluminados por los rayos del sol… Si.... este lugar es sensacional.

Ahora me encuentro en marcha, junto con mi grupo, adentrándonos en un bosque espeso y extremadamente largo, en un viaje muy importante para todos nosotros.

Ver como la luz entra por entre las ramas, forraje y hojas de los grandes pinos y los imponentes robles, me llena de mucha alegría, pues me hacen recordar a mi familia; mis pequeños hijos esperándome en casa. Ya no puedo aguantar las ganas de llegar con ellos y jugar hasta el anochecer mil y un juegos más. También Michelle me debe estar esperando, pero desde mi partida, la pobre esta desconsolada, así que no me puedo imaginar en que estado se encuentra en estos momentos.

Ya han pasado algunas horas, y seguimos internándonos más y más en las espesuras del bosque, ya se ciernen las sombras sobre nosotros… no tenemos más remedio que acampar por esta noche.

Aunque no muchos están de acuerdo con acampar, no nos queda otra opción: Es eso, o arriesgarnos a perdernos en la oscuridad; si prendemos algún fuego, nos arriesgamos a incendiar accidentalmente algún forraje seco, mientras que si usamos la linterna, la batería se puede agotar, y entonces, ¿Qué haremos sin las linternas? Es mejor guardarlas para alguna situación más importante.

Mientras mis compañeros preparaban el campamento, yo soy mandado a recoger algo de leña para una pequeña fogata, segura y muy difícil de propagarse. Es en estos momentos, cuando los rayos de la luna me bañan con calidez, y el cielo se torna de un intenso azul marino, lleno de estrellas, que más recuerdo a mi familia, esperando en casa a mi llegada. Me pregunto…. ¿Qué estarán haciendo en este momento?.... Desearía estar con ellos.

Terminada mi labor de recoger la leña, regrese al campamento, y estaba casi terminado: Las tiendas de campaña lucían seguras y resistentes, eran 3 en total, suficiente para todos; también lograron traer algunos troncos grandes y fuertes para usar como asientos alrededor de nuestra fogata, por último, 3 compañeros míos preparaban las cazuelas y algunas provisiones listas para asar en el cálido fuego.

Una vez hecha la fogata, todos nos reunimos alrededor de la misma, y pasamos 2 o 3 horas despiertos contando anécdotas, chistes, experiencias y muchas cosas más.

En ese tiempo aproveché el observar a todos los acompañantes que se encontraban entre lágrimas y risas, sueños y pesadillas, historias de objetivos logrados y fracasos rotundos. Éramos alrededor de 23 personas, 10 de ellas amigos míos, los demás eran simplemente “conocidos” que estimaba y respetaba.

Cuando el cielo se llenó de estrellas que, junto con la luna, iluminaban todo a nuestro alrededor, nos fuimos a dormir, aunque algunos se quedaron despiertos pues la plática estaba muy interesante y no querían arruinar el momento. Antes de cerrar los ojos y soñar, recordé todo lo que habíamos pasado……

El primer rayo de sol golpeó en mi ojo, y desperté, con algo de flojera y ganas de dormir un rato más, pero teníamos que levantar todo y darnos prisa si queríamos llegar a nuestro destino, así que desperté a todos, e inmediatamente comenzamos a recoger las tiendas.

Seguimos nuestro camino hacia el este, para llegar a un pequeño poblado marcado en el mapa. Nunca supe como se llamaba, pues el sujeto encargado de la topografía no nos dejó observar el mapa ni una sola vez y se limitaba a indicarnos cual era la ruta a seguir. En fin, eso no nos afecto nunca, así que nunca tuve inconveniente en ese pequeño detalle.

Algunas horas, para ser más exactos 5 horas después, divisamos la salida del bosque unos cuantos kilómetros más adelante, por lo que apresuramos el paso para poder llegar lo más pronto posible y terminar de una vez con nuestro objetivo.

Al salir del bosque, vimos justo enfrente de nosotros el pequeño poblado: Casas de madera muy bien talladas revestidas de colores vivos o simplemente en su estado natural, techadas con palmas y paja, también contaba con algunos pequeños sembradíos de maíz y trigo, y los corrales con sus pequeños bebederos y pilas de heno, listos para ser devorados por los animales. Pero… faltaba algo…..

Entramos al poblado, y efectivamente, faltaba algo… ¿Dónde estaban todos los niños pequeños que juegan con ramas de árboles y con los animales de los alrededores? ¿Dónde se encontraban los hombres que deberían estar labrando la tierra, cuidando a los animales y trabajando para obtener alimentos? ¿Dónde estaban las mujeres que deberían estar desgranando el maíz o educando a los niños? Y no menos importante ¿Dónde estaban los animales de las familias?

Todo estaba en calma…. demasiada calma… no había ni una sola alma en todo el pueblo, y decidimos investigar por nuestra cuenta, en busca de señas de vida.

Decidí ir solo hacia una pequeña colina, donde se encontraban algunas casas, mientras los demás se dirigieron a diferentes puntos al norte, sur, este y oeste en grupos para “peinar la zona”.

Mientras me dirigía a la colina, sentí un aire frío recorrer mi espalda, el terror se apoderaba de mí a casa paso que daba, me sentía pesado y casi no podía respirar. En ese momento pensé que debía dar media vuelta y regresar con los demás, no adentrarme solo hacia aquel lugar.

El aire era cada vez más pesado, el cielo poco a poco se empezaba a tornar de un color gris….. definitivamente se acercaba una tormenta.

El suelo había perdido su vitalidad en ese preciso lugar, pues ya no tenía ese color verde fuerte y vivo, ahora presenta una tonalidad muerta, sin vida, sin vitalidad…. un color entre verde y café, que tenía el aspecto de la tierra.

Ya no aguanté ni un minuto mas, así que di media vuelta decidido a regresar con los demás y traer a dos personas conmigo para así evitar el peligro. Estaba completamente convencido de que algo raro estaba pasando ahí, y que si continuaba más allá de esa colina, algo horrible iba a sucederme… o tal vez iba a presenciar algo tan horrible, tan impactante, que me volvería loco sin remedio.

Pero no.

Volví hacia aquel lugar.

Unos segundos después de haber dado media vuelta y emprendido la marcha hacia atrás, sentí…. sentí… ¿Cómo explicarlo? Simplemente sentí que no podía dejar ese lugar, que necesitaba… encontrar algo….. que no podía simplemente irme y regresar, necesitaba…. encontrarlo…..

Me dispuse a revisar todas y cada una de las pequeñas casas que se encontraban en aquella colina, absolutamente todas y cada una de ellas.

Con las primeras no hubo mucho problema, solamente entraba, revisaba y salía sin ningún contratiempo; todo estaba perfectamente normal: Las pequeñas sillas dispuestas junto a una mesa redonda, y en algunos casos no era una mesa redonda sino una rectangular, también se encontraba un pequeño hornillo sin lumbre, además de pequeñas y duras camas, sin almohadas o cobijas, solamente el puro colchón.

Encontraba varias curiosidades en cada una de las pequeñas chozas: ollas, cántaros, anillos, lámparas, máscaras, todas producto de las manos hábiles del hombre…. pero ninguno de ellos se encontraba en ninguna de las casas…. ni siquiera un pequeño rastro o señas de que hayan sido tomadas a la fuerza, forcejeadas, o algo peor.

Después de varias inspecciones, estaba totalmente convencido de que no encontraría nada en esos rumbos, y que ese presentimiento tan extraño probablemente fue producto de mi miedo, lo cual me hizo imaginar cosas.

Pero estaba totalmente equivocado.

Del otro lado de la colina, casi oculta a la vista, estaba una pequeña iglesia, no muy grande, como del tamaño de un establo, construido de mármol, un muy hermoso y bien cuidado mármol, blanco como las nubes, adornado de colores dorados y plateados, principalmente en el campanario, y la campana, con su imponente brillo dorado, lucía como si estuviera recién hecha.

El portón de la pequeña iglesia era de 3 o 4 metros, de color café oscuro, barnizado e incrustado con algunas piedras de colores dorados, y me preguntaba si esas piedras eran oro puro, o una imitación.

Al entrar y observar los interiores, quedé asombrado, pues a pesar de lo pequeña que era, estaba muy bien cuidada, podría decir incluso que estaba más cuidada que el mismísimo Vaticano.

Toda, absolutamente toda la iglesia estaba decorada con pinturas de los pasajes de la Biblia; las paredes, los techos e incluso el piso se encontraban tapizados con dibujos de Jesús, sus discípulos, los apóstoles, Adán y Eva, Moisés, y muchos personajes más.

Las bancas vestían sedas muy finas, y se encontraban adornadas por listones dorados, hermosos, los más bellos que se haya podido imaginar cualquier ser humano.

Al fondo, donde generalmente el padre da las misas, se encontraban tres estatuas, tres ángeles, cada uno de ellos viendo al ángel contiguo, dando el aspecto de que se encontraban en una batalla de miradas.

Y fue entonces que lo vi.